sábado, 15 de junio de 2013



HACER EL BIEN
(una escena de la película "LAS HORAS")



Silencio
Sí.

Virginia Woolf ha tenido dos intentos de suicidio. Su marido apostó a que una mudanza desde Londres a un pueblo tranquilo cambiaría las cosas. Pero no parece ser el caso para Virginia, quien ha decidido volverse a la ciudad. 

Ella está esperando el tren. Entonces llega el esposo, corriendo

VIRGINIA:  Sr Woolf… qué placer tan inesperado
                  
MR.WOOLF: Quizás puedas decirme qué creés que estás haciendo

VIRGINIA: ¿Qué hago?
                  
MR.WOOLF: Salí a buscarte y no estabas ahí

VIRGINIA: Estabas trabajando en el jardín. No quise molestarte
                  
MR.WOOLF: Me molestás cuando desaparecés

VIRGINIA: No desaparecí … Fui a caminar
                  
MR.WOOLF: ¡¿A caminar?!. ¿Sólo eso, “a caminar”? (…) Debemos regresar a casa, ahora. Nelly está preparando la cena. Tuvo un día complicado. Es nuestra obligación comer lo que ella preparó.

VIRGINIA: No tenemos esa obligación... No existe esa obligación.
                  
MR.WOOLF: Tenés una obligación para con tu cordura

VIRGINIA: Toleré esta custodia. Toleré este encarcelamiento. Los doctores se ocupan de mí. En todos lados se ocupan de mí doctores que me informan sobre mis propios intereses.
                  
MR.WOOLF: Conocen tus intereses

VIRGINIA: No los conocen. No hablan en nombre de mis intereses.
                  
MR.WOOLF: Debe ser muy difícil para una mujer de tu…

VIRGINIA: ¿De qué?. ¿De mi qué?
                  
MR.WOOLF: … talento, ver que quizás no es el mejor juez de su propio estado

VIRGINIA: ¿Entonces quién es el mejor juez?
                  
MR.WOOLF: ¡Tenés una historia! (pausa) Tenés una historia de reclusión. Te trajimos a Richmond por los ataques, el humor, los desmayos, las voces que escuchás. Te trajimos para salvarte del daño irrevocable que intentabas hacerte. Trataste de matarte dos veces (pausa) Vivo a diario con esa amenaza… Instalé la imprenta… la instalamos no por instalarla sino para que tengas una fuente de concentración y un remedio.

VIRGINIA: … ¿Como una labor?
                  
MR.WOOLF: ¡Lo hicimos para vos!. ¡Para que te mejoraras!. ¡Lo hicimos por amor!. (pausa) Si no te conociera diría que esto es ingratitud

VIRGINIA: ¿Yo soy ingrata?. ¿Decís que soy ingrata?... Me han robado la vida… Vivo en un pueblo en el que no quiero vivir. Tengo una vida que no me gusta (pausa). ¿Cómo fue que ocurrió todo esto? (se asoma el guarda de la estación). 

(doble clic en el video y se ve en pantalla completa)


VIRGINIA:  Es hora de que regresemos a Londres. Extraño Londres. Extraño la vida de Londres.
                  
MR.WOOLF: No sos vos la que habla, Virginia. Es un rasgo de tu enfermedad

VIRGINIA: Soy yo
                  
MR.WOOLF: No sos vos.

VIRGINIA: Es mi voz
                  
MR.WOOLF: No es tu voz

VIRGINIA: Es la mía solamente
                  
MR.WOOLF: Es una voz que oís

VIRGINIA: No. ¡¡Es mi voz!!. ¡¡Me estoy muriendo en este pueblo!!

Pausa
                  
MR.WOOLF: Si lo pensaras claramente recordarías que Londres te hundió

VIRGINIA: Si lo pensara claramente… Si lo pensara claramente…
                  
MR.WOOLF: Te traje a Richmond para darte paz

VIRGINIA (se sienta): Si lo pensara claramente te diría que lucho sola en la oscuridad. En la oscuridad profunda. Y que sólo yo puedo conocer, sólo yo puedo comprender mi estado. Me decís que vivís con la amenaza de mi extinción. Yo también. Es mi derecho. Es el derecho de todo ser humano. No elijo el anestésico sofocante de los suburbios sino el movimiento violento de la ciudad. Ésa es mi elección. Hasta al paciente más bajo, hasta al más malo se le permite opinar sobre su propia receta. Así es como ella define su humanidad (pausa) Por tu bien, quisiera ser feliz en esta tranquilidad. Pero si debo elegir entre Richmond y la muerte, elijo morir…

Pausa
                  
MR.WOOLF: Entonces vayámonos a Londres. Volveremos a Londres.

Dolido silencio de Mr Woolf. Al fin se recompone

MR.WOOLF: ¿Tenés hambre?... Yo estoy teniendo un poco de hambre.

Virginia asiente. En su mirada se advierte un desencuentro que no se ha resuelto con la aceptación del regreso a Londres. Caminan por el andén, regresando a casa.

VIRGINIA: No se encuentra paz evitando la vida

(doble clic en el video y se ve en pantalla completa)
               

(a estos cortes de escena, los únicos que encontré en la WEB, les faltan las primeras y las últimas líneas del diálogo que transcribí aquí del original de la película)


Guillermo Cabado


(esta escena bien se puede combinar con la reunión decimocuarta del seminario VII o la decimosegunda del seminario XI de Lacan, en este último caso cuando habla del film de Buñuel "Viridiana")


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