sábado, 16 de julio de 2011


Apuntes de viaje

a través del
seminario IX de Lacan

"LA IDENTIFICACIÓN"

- 4 -


UNA BREVE INTERRUPCIÓN AL CALOR DE ESTOS DÍAS




EL ARDOR de LA DIFERENCIA
(el tano Pasman: B={a, b, c, d, e,
ø})



"La cuestión está tan bien planteada en la lógica matemática,
¡que ojalá nos concerniera más de cerca
ya que en ella los problemas se resuelven! (...)
Pero nosotros tenemos otra cosa que hacer que la lógica matemática,
porque nuestra relación con el Otro es una relación más ardiente,
una relación de demanda"

(Lacan, durante su seminario XVI, 27/11/68)




Éste es un pequeño cortocircuito para seguir con la serie sobre el seminario IX. Construiré una pequeña escena aprovechando el viento de cola de estos días mediáticos donde la frase "la tolerancia ante el otro" ha azotado las horas.

Colguémonos de la energía que ha hecho del tano Pasman un eficaz personaje construido por los medios en apenas días.

Como imagino que la mayoría ya tuvo oportunidad de conocerlo por la tele o por las redes sociales, les comparto un video que distorsiona el original, en el que se enojaba por el presente de River, su equipo de fútbol (1) ...

(por si alguno piensa que el señor se pone así porque no está acostumbrado a que River ande de malas, le digo que yo soy de Racing y los golpes del pasado no me ahorran las puteadas ante cada nueva desilusión... ¡disculpen este apunte sociológico!)...







Del personaje a la estructura que nos sirve para el consultorio


No me propongo ningún "psicoanálisis aplicado" (que es un modo de hacer cualquier cosa, menos psicoanálisis). Propongo aplicar el fenómeno, que por algo nos toca a tantos, al asunto de la identificación y los problemas en el marco de un tratamiento.

A veces cuando alguien se pone a hablar de lo que el otro es (y por tanto, en el otro extremo del hilo, sobre lo que él es...) puede sucederle el ardor, la furia, la cara enrrojecida, y/o cualquier otro pathos (2), cualquier otro sentir en el cuerpo...

Si de algo se va a ocupar Lacan durante el seminario IX es de la identificación de la que menos se habla, ésa que se pierde de vista cada vez que digo "Yo". ¿Quién duda de que "Yo" quiere decir Yo?. Ese dato se da por obvio y rápidamente se pasa a una ocupación más sencilla: cómo Yo veo al otro, cómo lo cuestiono, o cómo lo tolero, o cómo lo amo, o no, como a mí mismo...

Para poner a jugar esto, y como no es bueno que Pasman esté solo, inventemos otro personaje: un tal Juan, que fuera hincha de Boca.

Imaginemos que alguien le preguntara: "pero, ¿qué es ser hincha de Boca?". Y entonces Juan, luego de un instante de sorpresa, se pusiera a responder. Al fin y al cabo, cada tanto uno se ve necesitado de definir qué es, lo que se suele llamarse "hablar sobre sí mismo"...

Entonces Juan comienza: "ser de Boca es... es la azul y oro...


(3)


...y es la Bombonera...




... y es Riquelme...




En fin, no está haciendo otra cosa que lo que en la teoría de los conjuntos se llama definir un conjunto por extensión: B={a, b, c...}

Y Juan sigue enumerando elementos que definen ese "yo soy de Boca". Pero, cómo diría Serrat, cuanto más va pa'allá, más lejos queda:

Él habla y habla y sin embargo no logra terminar de atrapar lo que quiere decir. Al menos, no lo logra de un modo satisfactorio. Pero además, eso le repercute en el cuerpo, de un modo imperceptible quizás: siente inquietud, incomodidad, fastidio...

Hasta que de repente, la larga lista se cierra con certeza y con el mismo ardor de Pasman: "¡ser de Boca es no ser gallinaaaaa!!!!!" (más un rosario de puteadas, que por cierto no son patrimonio de Pasman).


¿Y qué es ese ardor que acompaña la enunciación del "no ser gallina", sino un ardor causado por eso que me permito llamar lo Otro?.

Pero lo Otro no es, como podría creerse, ese otro, llamado "gallina".

Lo Otro no debe confundirse con lo que Lacan llama el Otro. Lo Otro es lo más prójimo que tenemos (4).

Lo Otro es eso que en la teoría de los conjuntos se escribe ø, conjunto vacío y que en este pequeño apólogo sobre Juan está taponado por el otro, por "gallina". Ese ø que siempre vemos aparecer cuando se define un conjunto por extensión. Y que, curiosamente, le permite un cierre a la definición del conjunto...


B={a, b, c, d, e, ø}


Lo Otro en el "propio" terreno, en el "propio" cuerpo.

Ese vacío que en ciertas ocasiones amenaza al que intenta identificar qué es y "hacer uno consigo mismo" (cosa que no parece sencilla...). Ese vacío que nos recuerda que la más radical diferencia no está en el otro sino en el "mí mismo". Y cuyas consecuencias no pueden ubicarse en el psicoanálisis más que caso por caso.


Por ello esta serie, este lento camino con forma de cuaderno de bitácora que me propongo sobre "La identificación". Apenas un modo posible de ocuparse de un resorte clave a la hora de pensar lo que sucede en el consultorio, y del que referencias como el "el humo" en el "caso Dora" de Freud (5), son apenas, la punta del iceberg.

Hasta la próxima, en que retome la ruta del seminario IX.


Lic Guillermo Cabado



(todos los post de esta serie se pueden ver bajo el ítem "SEMINARIO IX de Lacan" que se encuentra en el índice de este blog, a la derecha)




(1) Aclaración para los amigos del exterior: se trata de un señor, Pasman, que fue filmado por su hijo mientras veía un partido en el que River, su equipo de fútbol comenzó a descender de categoría. Lo que se ve aquí es una edición donde lo que aparece en le televisor, en vez de ser el partido, son algunas pasajes de la TV local. Para lo que sigue: el rival de toda la vida de River es Boca. A los de River suelen llamarlos, despectivamente, "gallinas". De todos modos la hinchada riverplatense se las ingenió con el correr de los años para transformar el significado del término hasta volverlo un apodo simpático para ellos mismos.

(2) Necesitamos diferenciar este "pathos" de lo "patológico". Ubicarlo en su relación a la retórica aristotélica, albergar su acepción de un sufrimiento no mórbido, de un soportar, dejarse llevar por. En ese sentido de la pasión. Podemos citar entonces un pasaje de un seminario en el que Lacan retomaría algunas cuestiones desplegadas en el seminario IX, el seminario XVI, "De un Otro al otro": "Cualquier pathos del significante, entiendo, debido al significante, no produce por sí mismo un sujeto. Este pathos define siplemente en cada caso lo que se llama un hecho (...) Más de una cosa en el mundo es pasible del efecto del significante. Todo lo que hay en el mundo sólo se vuelve propiamente un hecho si se articula con el significante. Nunca, jamás surge un sujeto sino porque el hecho es dicho. Tenemos que trabajar entre estas dos fronteras" (el subrayado es mío; clase del 4 de diciembre del 68', pag 60 y 61 de la versión establecida por Miller, editada por Paidós). Una observación que explica por qué en psicoanálisis no se trata de analizar hechos... sino el hecho de decir.

(3) Foto de una muestra actual de Alfredo Arias en la fundación Proa, del barrio de la Boca: http://proa.org/esp/exhibition-patria-petrona.php

(4) "¿Ese prójimo es lo que llamé el Otro, que me sirve para hacer funcionar la presencia de la articulación significante del inconciente?. Ciertamente no. El prójimo es la inminencia intolerable del goce. El Otro no es más que el terraplén limpio de él" (seminario XVI, clase del 12/3/69, pag 207 de la edición de Paidós).

(5) "Análisis fragmentario de una histeria". Caso escrito por Freud a principios del siglo XX y publicado en 1905. Las identificaciones de la paciente, que Freud fue ubicando a lo largo de esos pocos meses de tratamiento, trajeron mucha tela para cortar a la hora de pensar la dirección de un tratamiento.

Nota: este ardor del que aquí hablo, acaso no guarde una mera relación de homonimia con el de la zarza ardiente referida en el "1" de esta serie (http://rumorosa.blogspot.com/2011/04/bitacora-de-paseo-traves-del-seminario.html).



jueves, 14 de julio de 2011




Apuntes de viaje
a través del
seminario IX de Lacan


"LA IDENTIFICACIÓN"




- 3 -

ALREDEDOR DE LA PRIMER CLASE (15/11/61) (1)




Ic, "El amor es un sentimiento cómico" (PNL esfera)


a"Suponed incluso, dice Aristófanes, que mientras reposan en el mismo lecho,
Hefestos -es decir, Vulcano, el personaje con el yunque y el martillo- se yerga ante ellos (una pareja de amantes) munido de sus utensilios y que prosiga así:
a'¿No es esto -el objeto de vuestros anhelos- aquello de lo que tenéis ganas: identificaros lo más posible el uno al otro, de manera que ni de noche ni de día, os separéis el uno del otro?"

a(Lacan, sexta clase del seminario VIII, el subrayado es mío)





En lo previo de este cuaderno de bitácora, después de haberme detenido en las viscisitudes del amor húmedo y la identificación al falo, había arribado a un punto enigmático de la primer clase del seminario IX:

"He ahí pues dónde se terminaba la transferencia, el año pasado. (...) Les he puntualizado sin poder decirles más que había ahí una referencia oculta en un cómico, que es el punto más allá del cual yo no podía empujar más lejos lo que yo apuntaba en cierta experiencia, indicación, si puedo decir, que hay que volver a encontrar en el sentido oculto de lo que podríamos llamar los criptogramas de ese seminario"

¿Quién es ese cómico?.

Luego: ¿cuál la referencia oculta en él?...

Encontrar las relaciones que estructurarían a los criptogramas de aquel seminar
io es tarea que aquí no intentaré encarar, aunque adelanto mi hipótesis: de tal criptograma lo que se obtiene es una frase de una sola letra que se repite una y otra vez: a.
Por otra parte conviene decir que al hablar de criptogramas Lacan está haciendo resonar su concepción de la letra y su cifrado, asunto que comenzará a abordar un poco más tarde en este seminario sobre la identificación (2)

Voy hacia esas preguntas y veré qué logro ubicar en este espacio que pretendo breve...



(valga apenas como un divertimento esférico:
dos superficies pegadas o identificadas, en el sentido de la topología combinatoria)


Un analizante le habla a su analista. Al hablarle se queja de la chica con la que viene saliendo desde hace un par de años:

"Me vino con toda esa lata de lo que ella estudia, la programación neurolingüística. Dice que yo me defiendo con una 'esfera' en la que no dejo entrar a nadie... ¡Ma' qué esfera!. Es simple: yo no quiero compromiso, quiero independencia... No es tan raro lo que deseo, ¿no?: todos mis amigos ni han llegado a los 40 y ya están separados. A mí no me cabe la historia de 'hasta que la muerte nos separe' ".

(inserto una apostilla:
tanto afán de independencia dice suficientemente sobre su adhesión a la demanda de compromiso.
Pero si lo que importa es del orden del agieren,
del orden de lo que hace con lo que dice, 
conviene preguntarse aquí mismo:
¿qué hace con esos dos términos?...
¿una disyunción o una conjunción?,
¿vel excluyente o alienante?,
¿v o ^?;
en fin, freudianamente: cuando me habla, ¿se trata de un hacer anal o fálico?)



En el final de la sexta clase del seminario VIII Lacan se ocupa de aquél que en El Banquete de Platón "es el único que habla en serio del amor": Aristófanes. Y al hacerlo retoma lo que había deslizado al inicio de ese seminario: "el amor es un sentimiento cómico". Retoma así un hilo que había desplegado tres años antes con Moliere (3).


En su discurso Aristófanes plantea un mito sobre seres esféricos que fueran cortados por la mitad y que desde entonces andan por el mundo buscando recuperar su otra mitad. Esta escena de la película "Hedwig and the angry inch" evoca ese relato del padre de la comedia antigua:





¿Dónde está el resorte de lo cómico en el planteo de Aristófanes?.
Aquí es necesario recordar el distingo que Lacan hiciera el 10/4/57 en su seminario IV, siguiendo a Freud: no es lo mismo lo cómico que el witz, la agudeza del chiste.
El primero se juega en la imagen que se desbarata de repente como quien pisa una cáscara de banana, en el pasaje a lo absurdo (no exento de cierto toque ingenuo).
Así por ejemplo el Arnolphe de "Escuela de mujeres" de Moliere se pasea durante buena parte de la obra con su imagen de "a mí nadie me hará cornudo". Y de repente, zas, esa imagen se cae a pedazos (a la hora del amor le importa tres belines si es o no cornudo).
Sin embargo Arnolphe nada se preguntará sobre qué lo ha tenido durante todo este tiempo vinculándose de este modo con las mujeres.
En este sentido lo cómico no enfrenta al sujeto a su deseo inconciente.

En cambio, otro sería el cantar si tras lo cómico (e incluso lo tragicómico)
Arnolphe se las viera con la opacidad de su hacer con las mujeres.
En ese caso se toparía con algo que en lo cómico está oculto:
el "paso-de-sentido"(4). 
Ése que se produce en la concepción de la esfera que Platón retomara de los pre-socráticos en su "Timeo"("ella es redonda, es plena, está contenta, se ama a sí misma y, sobre todo, no tiene necesidad de...", evoca Lacan).

Lacan lee en "El banquete" una irrisión, un ponerse a reir de aquella esfera, cuando en el discurso de Aristófanes, se desliza, se hace pasar una cosita... un objeto metonímico, un algo que gana su peso por lo que se escabulle más que por lo que explicita (5).
Una risa (esto no está explicitado por Lacan allí, necesitamos leerlo en lo que dice)
que no responde a lo cómico ya, sino al chiste.
Con el paso-de-sentido también hay un pasaje de lo cómico al chiste.
Pasaje que no deja de tener importancia en un seminario donde está en juego el pasaje del amor al deseo.

Allí Aristófanes narra cómo, en esos seres cortados por la mitad, el genital es desplazado a otro punto del cuerpo para favorecer el acople con la otra mitad (6).
Pero Lacan observa en aquella reunión en la que se iniciaba el solsticio de invierno del 61' 
(7)"está claro que aquello sobre o cual el rodeo del texto insiste aquí es sobre el pasaje de los genitales a la cara anterior, lo que no quiere simplemente decir que llega ahí como posibilidad de copular, de conjugarse con el objeto amado, sino que literalmente el pasaje de los genitales a la parte anterior viene con el objeto amado en esta especie de relación de sobreimpresión, casi de sobreimposición. Este es el único punto donde se traiciona, se traduce, la función del órgano genital"
Así las cosas, si en la cópula de recuperar la completud se trata, ahora entre las dos partes media un elemento tercero... el falo (que si es traducción de "genital", traiciona todo vestigio anatómico: cuando traducimos por "falo", la pura anatomía está perdida). Pero. Con el falo siempre hay un pero: a la hora de la completud si el falo es el puente (8) también es su fracaso (faceta que convendría hacer resonar en lo entre-dicho sobre la publicidad en el eslabón anterior de esta serie).

Así como en el seminario V su afirmación de que el amor es un sentimiento cómico no quedaba justificada por su desarrollo (por cierto, en la reunión del 18/12/57 en una misma parrafada pasó de afirmar que el amor no es "en sí mismo cómico" sino "el eje alrededor del cual gira todo lo cómico" a soltar segundos después que "el amor es un sentimiento cómico"), sí quedaba claro que así planteado el amor aparecía justo en el punto donde podría esperarse una pregunta del sujeto por su deseo (pregunta que pondría en cuestión la completud narcisista). Ahora, con esta "irrisión" de la esfera, el sentimiento cómico implica un potencial registro del fracaso de mantener excluido al deseo (por primera y única vez, dice Lacan, Platón hace entrar al órgano genital en un discurso sobre el amor 

La esfera platónica así leída por Lacan ya no coincide con el Eros platónico (Eros que cuestionaba en su seminario I, y que controponía al amor-pasión). Un Eros platónico al que Freud supo adherir pero no así Lacan (9)


(sol, tierra y luna, esferas y cosmología presente en el relato de Aristófanes)

Cierro estas notas volviendo a aquel analizante y su defensa de la independencia ante la demanda de compromiso:

Un tiempo después de aquella sesión, la situación con su chica se modifica radicalmente. Ella deja de resultarle alguien ubicable, calculable: hay algo en la muchacha que para él se ha vuelto opaco. Coincide con sus amigos cuando le dicen, plenos de sentido (común): "¡si ella ahora te interesa tanto, es porque dejó de darte bola...!". 

Conviene no engañarse; sentidos tan plenos suelen encubrir lo que esse entrevé sin pies ni cabeza
Punto exacto en el que surge, en el amor, el resorte que es propio de lo cómico: 

aquel valioso objeto llamado "independencia" ahora es lo que menos cuenta para él; empieza a desesperar por cadenas y un Vulcano que lo funda con su media naranja. Aún más: ¡está dispuesto a estudiar neurolingüística si eso le permite hacer Uno con ella, esféricamente!.


Toda esta historia es la de un pasaje. 
Erótico.
No es diversa en su estructura a aquella otra que Lacan evocara en su seminario V cuando propone pensar al amor como un sentimiento cómico: la historia del viejo Arnolphe en la comedia de Moliere "La escuela de las mujeres" (10).


Pero sería un problema si el pasaje se redujera a lo que va de la valiosa independencia al valioso compromiso con la novia.

No sería de extrañar ver aparecer el endiablado vaivén de la dialéctica fálica del del deseo:
"por abrazar la independencia ya vi lo que perdía, pera ahora que me jugué por el compromiso empiezo a evocar por su ausencia aquella independencia...Bueno la corto y elijo, algo tengo que perder"


Nótese que tras toda esta perorata con la que a veces se construye no sé qué ideal de salud psicoanalítico ("en la vida siempre hay que renunciar a algo"), lo que se sostiene es la idea de que "yo puedo elegir lo que elijo cuando deseo"

(esto último resuena no sólo en este fotograma sino en toda la idea de la película "Matrix") 

Es justamente en este punto donde la idea del agalma vendrá como anillo al dedo para romper con esa perorata.
Al punto de comprometer la concepción del deseo.

Con la idea del agalma, el pasaje será más bien
 el que va de algo objetivable ("lo que deseo es tal cosa"
a un más allá de cualquier objetivable

Y por cierto, mal haría la novia en cuestión en creer que puede obtener de esta transformación milagrosa (10) alguna receta de cómo interesar a un partenaire ("mirá para otro lado y él se morirá por estar con vos").

No hay recetas que reproducir
apenas algo localizable, retroactivamente, en una relación entre lugares.
(metáfora, metonimia, topología... varias cosas que pensar en esta instancia)



(sileno, de curioso parecido con ese Sócrates que en breve tomaría la palabra en El Banquete)

Cierro.
Me parece que conviene sostener esta pregunta:

¿qué relación hay entre esos vaivenes identificatorios ("independencia"/"compromiso", o el posterior "ella estudia PNL"/"yo estudiaré PNL")
y
ese paso-de-sentido (sin-sentido) ubicable en el amor, "ese resorte de lo cómico, que es siempre en su fondo por esta referencia al falo", tal como lo nombra Lacan al cerrar la sexta reunión de su seminario VIII?


Creo que ésa es una de las preguntas que convienen
a la hora de dar el paso que me propongo para la próxima:
abordar el momento en el que en la clase inaugural del seminario IX empiece a hablar de ese término con mala prensa que resultaba ser la identificación.


Dicho todo esto me despido dejándolos en compañía de la omnipresente esfera,
ahora paseándose por el discurso de la programación neurolingüística
(PNL):






Hasta la próxima


Lic Guillermo Cabado


(todos los post de esta serie se pueden ver bajo el ítem "SEMINARIO IX de Lacan" que se encuentra en el índice de este blog, a la derecha)


(1) Notas provenientes de un segundo recorrido por el seminario IX que desde el 2010 comparto con mis colegas Claudia Martínez, Ilde Dadoli, Gloria Alrá y Silvana Spinozzi. Todos los fragmentos de las clases de los seminarios de Lacan, excepto expresa indicación en contrario, han sido extraídos de sendos establecimientos de texto, traducción y notas producidas por Ricardo Rodríguez Ponte para circulación interna de la EFBA.

(2) Hace un tiempo encontré una apreciación diferente de este pasaje del inicio del seminario IX, en la que se considera que Lacan estaría anunciando criptogramas prontos a ser deslizados en el seminario que estaba iniciando y no en el que había concluido recientemente. Toda la secuencia que desemboca en este comentario me indica que esta refiriéndose al seminario sobre la transferencia. Aquella otra interpretación la hallarán en esta presentación de la edición impresa del nro 31 de "Referencias en la obra de Lacan" (el comentario sobre "El perro andaluz" se ubica en la clase del 21/2/62 del seminario IX). Clic aquí

(3) El 18/12/57, en la séptima clase de su seminario V, "Las formaciones del inconciente", Lacan se ocupará de la comedia antigua y de la nueva comedia, la que él ubica a partir de Menandro hasta la contemporaneidad. Y define un eje para éstas, validándolo en Hegel cuando su auditorio lo cuestione: su protagonista, el "sujeto cómico", es alguien obsesionado con un objeto metonímico, pero que se las arregla para que su "sí mismo" se mantenga intacto (la versión Seuil reemplazó ese sí mismo de la versión estenográfica por un "ello", freudiano, que le da otro sentido al asunto). Así el amor, como lo cómico, permite no poner en cuestión "la esencia interior". Así Lacan retorna a esa altura de su enseñanza a la consideración del amor como narcisista. Y enseguida se ocupa de precisar al resorte cómico a través de la comedia de Moliere, "La escuela de las mujeres" (clic)

(4) Uso esta expresión que es la que utiliza en la clase ya referida del seminario V porque es lo que me parece que estará en juego en lo que dice en el seminario VIII sobre la irrisión de la esfera platónica. La expresión en francés, traducida como "paso-de-sentido", es "pas-de-sens", y guarda un equívoco ya que también puede traducirse como "sin-sentido". Apunto: en el seminario V todavía Lacan no se ha planteado que no hay Otro del Otro. Cuestión que surgirá en el siguiente seminario, pero como las cosas no nacen de un repollo, me pregunto en qué ese paso-de-sentido es un indicio de su movimiento hacia dicho planteo del seminario VI, justo después de "La significación del falo". Varios años después, el 21/1/70, durante la cuarta reunión del seminario XVII, "El reverso del psicoanálisis", Lacan dirá: "el sentido, si puede decirse así, se encarga de ser. Hasta no tiene otro sentido. Sólo que, desde hace cierto tiempo, se vio que esto no llegaba a dar el peso de la existencia precisamente. Cosa curiosa, el sinsentido sí que pesa. Se te pone en el estómago. Y el paso ("pas": tanto "paso" como "no") fue mostrar que esto es lo ejemplar del chiste, la palabra sin pies ni cabeza" (texto establecido por Jacques A. Miller, pag 60 de la edición de Paidós)


(5) La parte por el todo es válida aquí si precisamente la parte vale como significante, es decir: sin referente. Luego la parte no remite a ninguna totalidad. El peso de la metonimia en tanto una pérdida de significación, una experiencia que pone en el horizonte el sinsentido.

(6) Así la idea del pequeño Hans con su fontanero bien podría pasar por comedia aristofánica, con ese peso además que suelen tener algunas "comicidades ingenuas" de los niños: nunca se sabe cuándo tienen el peso de un chiste, donde ya no hay ingenuidad alguna.


(7) De hecho al iniciar esa reunión del 21/12/61 Lacan hace referencia al inicio del solsticio para enseguida comenzar a desplegar una serie de referencias a la astronomía que no sólo retoman el inicio de la conferencia que dictara poco antes de iniciar el seminario sobre la transferencia y que conoceremos como "Subversión del sujeto...", sino pivoteando sin explicitarlo con la concepción de aquel presocrático que Freud destacara tanto en "Análisis terminable e interminable", Empédocles:  "Pero aquí merece nuestro interés aquella doctrina de Empédocles tan próxima a la teoría psicoanalítica de las pulsiones que uno está tentado de afirmar que ambas serían idénticas, si no mediara el distingo de que la del griego es una fantasía cósmica, mientras que la nuestra se ciñe a pretender una validez biológica. Es cierto que sustrae a esta diferencia buena parte de su significado la circunstancia de que Empédocles atribuyera al universo el mismo carácter animado que al ser vivo singular."

(8) "Puente" es un término no inocuo cuando se trata de adentrarse en un seminario donde la topología tiene protagonismo: fue Euler en la corte de San Petersburgo a quien se le asigna un rol protagónico en el descubrimiento de la topología (en el sentido en que producir es descubrir a la hora de la teoría del valor). Sucedió al ocuparse de resolver un problema de recorrido que involucraba siete puentes de la ciudad natal de Kant, Königsberg (clic aquí)


(9) Freud, en "Resistencias contra el psicoanálisis""Lo que el psicoanálisis llama sexualidad en modo alguno coincidía con el esfuerzo hacia la unión de los sexos  a la producción de sensaciones en los genitales, sino más bien a lo que expresa el término general y abarcativo de Eros en El Banquete de Platón". Lacan, ya tempranamente, en su seminario I: "Igualmente la cuestión del amor de transferencia ha estado desde siempre ligada, muy estrechamente ligada, a la elaboración analítica de la noción de amor. No se trata de amor en tanto que el Eros -presencia universal de un poder de lazo entre los sujetos, subyacente a toda la realidad en la cual se desplaza el análisis- sino del amor-pasión, tal como es vivido concretamente por el sujeto como una suerte de catástrofe psicológica". En definitiva es esa condición de pasión del ser la que vuelve irrisoria a la esfera.

(10) Arnolphe, como mucho después Humbert Humbert con Lolita, se obsesiona con una niña: Agnes. Para leer la obra ver la referencia "4".

(11) El término "milagro" no es aquí coloquial. Responde al planteo que hace Lacan sobre el amor en el inicio del seminario sobre la transferencia.


jueves, 7 de julio de 2011

Recibí esta info...

"El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires ha comunicado públicamente la convocatoria para cubrir cargos de psicólogos. Consultada la página web de referencia (http://www.ms.gba.gov.ar/index.php) se mencionan los siguientes cargos de Psicólogos a cubrir en:

- Hospital Perón de Avellaneda - Reg Sanitaria VI: 1 cargo psicólogo, 36hs

- Hospital Cabred de Open Door - Reg Sanitaria VII: 1 cargo psicólogo, 36hs

- Hospital Vicente López y Planes - Gral Rodríguez - Reg Sanitaria VII: 1 cargo de psicólogo, 36hs

- Hospital Sor María Ludovica - La Plata - Reg Sanitaria XI: 1 cargo de psicólogo, 36hs

- Hospital Reencuentro - La Plata - Reg Sanitaria XI: 2 cargos psicólogos, 36 hs"

(información recibida a través del Colegio de Psicólogos de la zona San Isidro)