domingo, 12 de junio de 2011





UN PLACER


Lo estoy recorriendo de a poco. Dos investigadores fueron siguiendo las pistas que Borges fue dejando en un número impresionante de libros que ellos encontraron en la Biblioteca Nacional. Fruto de tantos años del escritor trabajando allí y gracias a la decisión de Borges de no llevárselos cuando fue obligado a dejar la institución, el laburo de Laura Rosato y Germán Álvarez es conmovedor: en las guardas de los libros iba dejando sus notas. Ellos las recopilaron y nos dan las pistas de cómo influyeron en la escritura posterior de Borges.