viernes, 25 de mayo de 2012



La serie "EN TERAPIA"





¿Qué es lo que hace que el va y viene de palabras entre dos pueda considerarse un psicoanálisis?.


¿El "encuadre"?...


¿Que si la paciente dice "tengo frío" el que se propone como analista le entregue o no una manta para abrigarse?. ¿Que le ofrezca pedirle un taxi cuando se está yendo o por el contrario se abstenga de ello?... (todos estos, hechos del primer capítulo con Marina, "la paciente de los lunes").


¿Que el que oferta una escucha analítica adhiera a planteos lacanianos o freudianos? (así, por caso, la convicción de Freud en "Dinámica de la transferencia" que es sostenida también por el personaje de Diego Peretti ante su antigua maestra psicoanalítica encarnada por Norma Aleandro: "la transferencia erótica es una resistencia al análisis").




Este sábado 26 por la noche, en canal 7, se podrá ver la secuencia de capítulos de esta segunda semana de emisión de la serie. Propongo ver el inicio de la misma (la entrevista con Marina, "la paciente de los lunes") poniéndola a dialogar con estos tres disparadores (los destaques son míos):


- 1 - 



Freud en el mismo escrito en el que plantea lo de la transferencia erótica, "Dinámica de la transferencia", al finalizar el artículo dice algo que podría entrar en fricción con todo su planteo previo donde la transferencia quedaba identificada a la repetición de clisés, si revisáramos la dimensión de ese "hacer actuales" (los resaltados son míos):

"no debe olvidarse que precisamente estos elementos nos prestan el inestimable servicio de hacer actuales y manifiestos los impulsos eróticos ocultos y olvidados de los enfermos, pues, en fin de cuentas nadie puede ser vencido in absentia o in effigie"


- 2 - 


Lacan en su seminario VIII se sirve de una famosa escena para orientarnos respecto de lo que hace que el va y viene de palabras entre dos, en una transferencia erótica, tenga alguna chance de resultar un psicoanálisis: la escena que sucede entre Sócrates y Alcibíades al final de "El banquete" de Platón. Les propongo pensar a Marina (interpretada por Julieta Cardinali), al menos en esta escena, como una Alcibíades moderna; luego preguntarnos qué hubiera sido operar como Sócrates en el lugar de Guillermo Montes (Diego Peretti). Decía Lacan en la reunión del 8/2/61 (los resaltados son míos):




"Que Sócrates haga el elogio de Agatón, es la respuesta a la de­man­da, no pa­­sa­da, sino presente, de Alcibíades. Cuando Sócrates hace el elogio de Agatón, da satisfacción a Alcibíades. Le da satisfacción por su acto actual de de­cla­­ra­ción pública, de puesta en el plano del Otro universal de lo que ha sucedido en­tre ellos tras los velos del pu­dor. La respuesta de Sócrates es ésta ― Tú puedes amar al que voy a ala­bar porque, alabándolo, sabré hacer pasar, yo, Sócrates, la ima­gen de ti el que a­ma (1), (...).

         Pero conviene no desconocer que aquí, Sócrates, justamente por­que él sabe, sus­­tituye algo a otra cosa. No es la belleza, ni la as­ce­sis, ni la identificación a Dios, lo que desea Alcibíades, sino ese objeto úni­co, ese algo que ha visto en Só­cra­tes, y del que Sócrates lo desvía, por­que Sócrates sabe que él no lo tiene.

         Pero Alcibíades, él, desea siempre la misma cosa. Lo él que bus­­ca en Agatón, no duden ustedes de ello, es ese mismo punto su­pre­mo donde el sujeto se abole en el fan­tasma, sus agálmata.

         Sócrates sustituye aquí su señuelo a lo que yo llamaré el señuelo de los dio­­­ses. Lo hace con total autenticidad, en la medida en que él sa­be lo que es, el amor. Y es justamente porque lo sabe, que está des­ti­na­do a engañarse en eso ― a sa­ber, a des­co­no­cer la función esencial del objeto al que se apunta constituido por el agal­ma."




[1] Aclaración de quien estableciera este texto para circulación interna, Ricardo Rodríguez Ponte: "de toi aimant" ― como propusimos en una clase anterior, así diferenciamos en­tre "aimant" {el que ama} y "amant" {amante}.



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Dos años después, producida la fuerte definición del significante como lo que representa a un sujeto ante otro significante (seminario IX) y precipitada la concepción de objeto a (seminario X), ya estarán dadas las condiciones para hacer la precisión del sujeto supuesto saber en lo que toca a la transferencia (y que nada tendrá que ver con suponer que "el analista sabe"). En ese camino cada vez quedarán más evidenciados los condicionales que hay que ponerle a aquella respuesta de Sócrates para que sirva como material para pensar la respuesta de un analista ante algo como lo que Marina le dirige a Montes (al fin y al cabo Sócrates le decía a Alcibíades "yo no lo tengo... pero hay alguien que sí"). Decía Lacan en la reunión del 9/1/63 algo que también propongo hacer resonar respecto de la posición de Montes (Peretti) (los resaltados son míos):

"... el límite de Freud fue (se lo vuelve a encontrar a través de todas sus observaciones) la no percepción de lo que había propiamente que analizar en la relación sincrónica del analizado con el analista, en lo que concierne a esta función del objeto parcial, veremos en ello (...) el resorte mismo de su fracaso, del fracaso de su intervención con Dora, con la mujer del caso de la homosexualidad femenina, ahí veremos sobre todo por qué Freud nos designa en la angustia de castración lo que él llama el límite del análisis, precisamente en la medida  en que, él, seguía siendo para su analizado, la sede, el lugar de ese objeto parcial"


En un próximo post trataré de comentar algunas cuestiones sobre estos tres pasajes.


Mientras tanto, aquí la primera entrevista con Marina, previa a la que verán este sábado...





Lic Guillermo Cabado






3 comentarios:

  1. COMENTA ULA SEIBERT: "me parece que otra perspectiva que agregaria a la tuya es la de la falta de neutralidad y sobre todo la falta de abstinencia en la posicion transferencial del Terapeuta. Lo opuesto a Socrates.
    Sus intervenciones se sitúan en el campo Imaginario y del sentido.
    Lo que lleva, si mal no me acuerdo....Lacan dixit... a lo peor.
    En otro capitulo, el personaje de Sbaraglia acusa recibo de esto y se enoja con tutti, y con razon..."

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    1. Gracias Ula por tu comentario. Justamente, esas intervenciones que "se sitúan en el campo Imaginario" van en una dirección opuesta a lo que Lacan en el primero de los dos pasajes que propuse esboza con ese "hacer pasar la imagen de Alcibíades en tanto el que ama" (y no "en tanto amante", expresión que iría para el lado de lo descriptivo y no para el lado de hacer resonar la dimensión del presente de la transferencia que Lacan está ubicando en este tramo). Saludos!

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  2. OTRO COMENTARIO DE ULA SEIBERT:
    En otro capitulo de En Terapia, Marina le cuenta a Montes sobre un episodio que "la hizo llegar tarde" (entre parentesis Lacan considera que SIEMPRE eso es un fallido y hay que tratarlo como tal, sea cual fuere la "explicacion" plausible de la llegada tarde (piquetes, trenes atrasados, o en este caso un perro moribundo, etc).
    Hubiera sido la occasion que Montes se avivara e interviniera a la manera de un enigma/cita de un dicho criollo:¿ "muerto el perro se acabo la rabia...?" Tomar en serio al sujeto del significante.

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