lunes, 14 de noviembre de 2011




Apuntes de viaje
a través del
seminario IX de Lacan


"LA IDENTIFICACIÓN"


- 6 -


ALREDEDOR DE LA PRIMER CLASE (15/11/61) (1)




I - e:
LA PELÍCULA "CISNE NEGRO" Y LA IDENTIFICACIÓN, 2da parte:
"Hazme cisne"
en el habla de Lacan es "hazme signo"




"Ahora andá a tu casa y tocate"

(indicación del director del ballet a su bailarina principal, Nina - interpretada por Natalie Portman en la película: "Cisne negro")


"Si hubiera un campo concebible donde funcionara la unión sexual, donde la cosa pareciera andar (en el animal), sólo se trataría del signo.
Hazme cisne, como decía Leda a uno de ellos (Fais-moi cygne: literalmente "hazme cisne" es también por homofonía "hazme signo, hazme seña")"


(J.Lacan, seminario XVI, "De un Otro al otro",
clase del 5/3/69, texto establecido por J.A.Miller)







En el eslabón anterior de esta serie habíamos llegado al punto de la película "Cisne negro", donde Thomas, el director del ballet, vierte en el oído de Nina Sayers su demanda: "ahora andá a casa y tocate". Con eso él intenta "extraer" de su actriz ese aspecto de su ser que le permita encarnar al cisne negro, al lado oscuro de la luna, a eso que Nina supuestamente tendría "reprimido". En fin, no muy lejos de aquel pastoral discurso de nuestro Piero: "hay que sacarlo todo afuera, como la primavera... nadie quiere que adentro algo se muera".




Dejemos al margen en este punto el apasionante recorrido que podríamos realizar respecto del modo de pensar la actuación en su relación a la ficción y a la persona del actor (2), y centrémonos en el lazo que allí se encarna en esa pareja, entre ese "¡goza!" de Thomas y la respuesta de Nina "¡oigo!" (3). Un par que evoca a aquel otro, pastoral, de la película "La sociedad de los poetas muertos", entre el profesor Keating y su alumno actor. En aquella ocasión la demanda era "¡Carpe diem!" ("¡aprovecha el día!"), clásico que nos llega desde Horacio (4) y que se completaba en el poeta del siglo I aC con una referencia a no dar mayor crédito al futuro. Asunto que viene muy a cuento si pensamos que lo que Freud ubicara en el complejo de castración es, entre otras cosas, la producción de una suerte de "letra de cambio" que permite al sujeto producir su propio futuro e "instituir a su acto en el campo del proyecto" (5).

(Mr Keating lanza su consigna pastoral luego de llevar a sus alumnos a un juego especular que no tiene desperdicios)


El problema que en esos casos suele presentarse del lado del que responde "oigo", es que éste que nunca termina de saber cuándo realmente logra estar a la altura de lo que se le demanda. En "La sociedad..." hallarán una escena entre Keating y otro de sus alumnos, que desafía al rector, donde eso quedaba perfectamente articulado. Así también, en "Cisne negro" bien se escucha resonar en la historia de Nina un "¿pero cuándo lograré ser realmente esa mujer que desea?" (decidan ustedes quién es el que "desea" en esta frase).

Pero habíamos dicho en el post anterior que el recorrido de Nina, su trágico recorrido por el "¿quién soy?", nos conducía a ese punto de la primera clase del seminario IX en el que se empieza a esbozar uno de los tópicos de todo el seminario: ¿de qué hablamos cuando decimos "pensamiento" en psicoanálisis?, ¿qué lugar darle?, ¿cómo escucharlo?. Eso sucede justo en el punto en el que Lacan introduce el planteo de Descartes que se ha cristalizado con el tiempo en la fórmula "pienso, entonces soy".

Y el problema vale para nuestra historia del cisne negro, en la que el "oigo" de Nina no es sin ese "hazme cisne" que la empuja hacia su director. Ese "hazme cisne"/"hazme signo" (decir "signo" aquí es decir "símbolo inequívoco del deseo sexual") con el que Lacan juega en la frase que cito al inicio de este comentario, en su seminario XVI, pero con el que ya había jugado en la parte final del seminario anterior al de la identificación: el seminario sobre la transferencia, más precisamente en su reunión del 17/5/61 (6).


(Nina intenta borrar la palabra "puta", "whore", que irrumpiera en el espejo;
la borradura será otro asunto que aparecerá más tarde en el seminario IX acerca de la identificación)




En ese "hazme cisne/hazme signo" propongo encontrar las resonancias de la una frase que, como dijera en el nro 5 de esta serie, me parece clave en la primer clase de este seminario IX que nos ocupa:
"más bien voy a poner el acento sobre lo que, en la identificación, se postula inmediatamente como hacer idéntico...". Yo leo en ella la brújula de este viaje por el seminario sobre la identificación: se trata de un hacer idéntico.

Llego entonces al punto: para alcanzar algunas resonancias de la introducción del "pienso" en medio de la cuestión de la identificación propongo aceptar el juego que al principio del seminario IX Lacan propuso al hablar de ciertos mensajes "ocultos" que dejara desperdigados, cual miguitas de Hansel y Gretel, en su seminario anterior (7). Jugar este juego implica ahora tratar de hacer foco en un hilo que me parece que resuena silencioso en esta clase de apertura del IX: el apasionante trazado que hiciera Lacan durante su seminario VIII entre el Sócrates que habla por boca de una mujer en "El banquete" de Platón y su comentario, hacia el final del seminario, sobre la historia erótica que atraviesa la trilogía teatral de Paul Claudel, la que va entre estas dos mujeres
de la familia de Coûfontaine (8): Sygne (homofónico en francés a "cisne" y a "signo") y Pensée (homofónico a "pensamiento").

Arriesgo entonces que no hay Thomas sin Nina. Que entre esta Nina que busca su ser y este Thomas que le pide que sea cisne, podremos trazar el apasionante viaje que relata en "El banquete" Sócrates por boca de "la mujer que quizás hay en él: Diotima"
.



El viaje erótico como tal, donde "lo bello no tiene relación con el tener, con nada que pueda ser poseído, sino con el ser, y propiamente, con el ser mortal"
(9).

El viaje del ser que buscando trascender, pretendiendo llegar a la completud que se le escabulle, empieza por desear un bello, para después pasar a desear a todos los bellos, y de allí pasar a desear la esencia de la belleza... hasta desembocar (digamos: frente al lago de los cisnes...) con la belleza eterna.

Esa metamorfosis que hace que el deseante se convierta en el amable,
el deseado: "se trata de una transformación, de un devenir del sujeto, de una identificación última con ese supremo amable. Para decir todo: cuanto más lejos eleve el sujeto sus miras, más derecho tiene de amarse, si podemos decir, en su yo ideal. Cuanto más desea, más se vuelve él mismo deseable".

La próxima entonces terminaré de apoyarme en "Cisne negro" para intentar localizar el hilo que va del deseante a
"la identificación última con ese supremo amable".

Lic Guillermo Cabado


(todos los post de esta serie se pueden ver bajo el ítem "SEMINARIO IX de Lacan" que se encuentra en el índice de este blog, a la derecha)




(1) Estos apuntes y apostillas van precipitándose al calor de la revisita, varios años después de haber ingresado a él con la guía de Mirta Balma, que desde el 2010 realizo de este seminario IX en el marco de un grupo de trabajo en el que nos hemos convocado con mis colegas Claudia Martínez, Ilde Dadoli, Gloria Alrá y Silvana Spinozzi. Entre clínica, arte y producciones de nuestra cultura actual, estos apuntes no son sin los intercambios con mis colegas.
Por otra parte: todos los fragmentos de las clases de los seminarios de Lacan, excepto expresa indicación en contrario, han sido extraídos de los sendos establecimientos de texto, traducción y notas producidas por Ricardo Rodríguez Ponte para circulación interna de la EFBA

(2) Un apasionante debate que atraviesa todo el siglo XX en el teatro, y que interesa particularmente al psicoanálisis en algunos de sus hilos, y que podríamos rastrear en tesis como las de Lee Strasberg, tan ligado al famoso Actors Studio, por un lado y en "la vereda opuesta" en una larguísima serie de directores, que ahora apenas esbozo con esta arbitraria serie polaco-argentina: Grotowsky-Kantor-Bartís- Daniel Veronese.

(3) Este par "goza"/"oigo" tiene su fuente en el juego de palabras que el francés le servía en bandeja a Lacan: en esa lengua "goza" y "oigo" son homofónicos, es decir: se presentan en espejo. De hecho en la película citada Keating se las dice a sus alumnos frente a una vitrina que claramente toma el valor de espejo para ellos, acompañada de una expresión que es la clave de la posición de Keating: "ahora están fertilizando narcisos".

(4) "Carpe diem quam minimum credula postero" ("aprovecha el día, no des más que mínimo crédito al mañana"). Es interesante decir que el "carpe diem" se encuentra citado en cierto poema que muchos atribuyen erróneamente a Walt Whitman, el poeta preferido del profesor Keating, el mismo que es utilizado en una escena donde Keating aplica el mismo método de Thomas con Nina, para extraer el potencial poético de un alumno "reprimido" (Ethan Hawke). Cabe decir, porque importa a lo que estamos trabajando, que Whitman sí, en cambio, escribió el poema "Canto de mí mismo".

(5) Estas dos expresiones están extraídas de la clase del 22/3/61 del seminario VIII. Cabe decir que en esa reunión Lacan hace una precisión valiosa respecto de su famosa frase "amar es dar lo que no se tiene": lo que no se tiene es la disposición del acto en el momento en que se revela el deseo, ese "bullimiento", esa extimidad que, por ejemplo, irrumpe en Juanito.

(6) "... la ambigüedad de los nombres que les son conferidos por el poeta (Paul Claudel) están ahí para indicarnos que es legítimo interpretarlos como momentos de la incidencia de lo simbólico sobre la carne misma. La palabra comienza por una S (con c, "cygne" es "cisne" en francés") y eso es como una invitación a reconocer allí un signo" ("signe" es signo en francés). Clase 21 del seminario VIII.

(7)
Ver la referencia a los criptogramas que justificara nuestro pasaje por el comediante Aristófanes en "El banquete" en los post 1 y 2 de esta serie. Ahora propongo hacer resonar este otro hilo: el que va de Diotima a la tragedia de Sygne y Pensée de
Coûfontaine.

(8) Apellido que contiene el "cou", cuello, y "fontaine", "fuente", que en la historia de Claudel produce, más allá del cuello del cisne, una resonancia de la guillotina como fuente de sangre en la historia francesa.

(9) A partir de aquí las citas, como siempre en otro color y entrecomilladas, pertenecen a la clase del 25/1/61 del seminario VIII de Lacan, "La transferencia, en su disparidad subjetiva, su pretendida situación, sus excursiones técnicas ". Como ya está dicho, el texto ha sido establecido por Ricardo Rodríguez Ponte para circulación interna de la EFBA, tras el diálogo sostenido con otras fuentes críticas de la versión establecida por Jacques Alain Miller y publicada por Paidós.






1 comentario:

  1. Es un tema bien complejo y sólo se me ocurren algunas preguntas:
    Si el cisne hace signo en el que escucha (Nina) y se ofrece como un tributo al deseo del otro (Thomas), ¿lo hace en posición de amada o de amante? Es decir, ¿Nina quiere transformarse en cisne para ser amada por Thomas? (el cual, supongo, estaría en el inicio de una serie de todos los otros que puedan amarla). O, porque ama a Thomas, quiere convertirse en un cisne (o más bien "el" cisne)? La identificación, ¿es con los atributos del amable o con aquellos atributos que teniéndolos (la belleza), siente que aún no los posee?

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