Para "Espacio de Encuentros"
(http://www.espaciodeencuentros.com.ar/)
Un artículo en dos tiempos
VIEJOS BUEYES
-1-
El verso más poderoso de todos los todísimos versos de Silvio: "el sueño se hace a mano y sin permiso. Arando el porvenir con viejos bueyes". Y agrega, por si alguien se quedó regodeándose en la idea de que el pasado sería un objeto que se mantiene inalterable en el presente: "viejos bueyes".
(video sólo visible a través del blog)
-2-
"Islandia" es, por caso, un viejo buey.
Para escucharlo sería necesario ver la película de Ettore Scola, "¿Qué hora es?".
Un padre sexagenario (Marcello Mastroianni) pasa un día con su hijo de veintitantos (Massimo Troisi) a quien ha ido a visitar a Civitavecchia, en las afueras de Roma. A medida de que avanza la jornada, el padre siente, cada vez con más contundencia, que para el hijo él resulta una figura decorativa: nada de lo que este papá le ofrece parece ser valorado por este figlio que ha crecido tan distinto a él.
Ya al final del día y con el sabor amargo en la boca, Mastroianni acompaña a Troisi a la taberna de pescadores donde éste suele pasar sus días francos.
Lo observa moverse entre los parroquianos con tanta familiaridad que no puede más que confirmar su doloroso sentimiento: "para mi hijo yo soy un cero a la izquierda".
En eso está cuando el tabernero le confía a este padre: "¿sabe doctor?, su hijo ha ideado un sistema en computadora para acertar los trece puntos del PRODE. Dice que cuando lo ganemos, repartiremos entre todos los parroquianos el premio". Entonces el hombre le cuenta a Mastroianni lo que cada uno de ellos piensa hacer con el dinero. Hasta que toca el turno de contarle el plan del hijo: "y el suo figlio, si gana, dice que se va a ir a vivir a Islandia".
"¡¿¿A Islandia??!", pregunta el padre ya en el colmo de la sorpresa y del desconocimiento de ese hijo que nada ha tomado de los ideales que le ha ofrecido.
"Sí, a Islandia", responde el tabernero, "dice que cuando era chico usted le contó un cuento que sucedía allí".
"Islandia", un trozo de madera perdido en el mar de los tiempos. Un viejo buey que va más allá de cualquier significado o explicación que el hijo pueda dar al respecto. Una nada, acaso imperceptible, que lleva consigo. Con ella ara sus sueños. A mano. Y sin permiso.
Qué cosa las herencias.
Lic Guillermo Cabado
No hay comentarios:
Publicar un comentario