Apuntes de viaje
a través del
seminario IX de Lacan
"LA IDENTIFICACIÓN"
- 4 -
UNA BREVE INTERRUPCIÓN AL CALOR DE ESTOS DÍAS
EL ARDOR de LA DIFERENCIA
(el tano Pasman: B={a, b, c, d, e, ø})
"La cuestión está tan bien planteada en la lógica matemática,
¡que ojalá nos concerniera más de cerca
ya que en ella los problemas se resuelven! (...)
Pero nosotros tenemos otra cosa que hacer que la lógica matemática,
porque nuestra relación con el Otro es una relación más ardiente,
una relación de demanda"
(Lacan, durante su seminario XVI, 27/11/68)
¡que ojalá nos concerniera más de cerca
ya que en ella los problemas se resuelven! (...)
Pero nosotros tenemos otra cosa que hacer que la lógica matemática,
porque nuestra relación con el Otro es una relación más ardiente,
una relación de demanda"
(Lacan, durante su seminario XVI, 27/11/68)
Éste es un pequeño cortocircuito para seguir con la serie sobre el seminario IX. Construiré una pequeña escena aprovechando el viento de cola de estos días mediáticos donde la frase "la tolerancia ante el otro" ha azotado las horas.
Colguémonos de la energía que ha hecho del tano Pasman un eficaz personaje construido por los medios en apenas días.
Como imagino que la mayoría ya tuvo oportunidad de conocerlo por la tele o por las redes sociales, les comparto un video que distorsiona el original, en el que se enojaba por el presente de River, su equipo de fútbol (1) ...
(por si alguno piensa que el señor se pone así porque no está acostumbrado a que River ande de malas, le digo que yo soy de Racing y los golpes del pasado no me ahorran las puteadas ante cada nueva desilusión... ¡disculpen este apunte sociológico!)...
Del personaje a la estructura que nos sirve para el consultorio
No me propongo ningún "psicoanálisis aplicado" (que es un modo de hacer cualquier cosa, menos psicoanálisis). Propongo aplicar el fenómeno, que por algo nos toca a tantos, al asunto de la identificación y los problemas en el marco de un tratamiento.
A veces cuando alguien se pone a hablar de lo que el otro es (y por tanto, en el otro extremo del hilo, sobre lo que él es...) puede sucederle el ardor, la furia, la cara enrrojecida, y/o cualquier otro pathos (2), cualquier otro sentir en el cuerpo...
Si de algo se va a ocupar Lacan durante el seminario IX es de la identificación de la que menos se habla, ésa que se pierde de vista cada vez que digo "Yo". ¿Quién duda de que "Yo" quiere decir Yo?. Ese dato se da por obvio y rápidamente se pasa a una ocupación más sencilla: cómo Yo veo al otro, cómo lo cuestiono, o cómo lo tolero, o cómo lo amo, o no, como a mí mismo...
Para poner a jugar esto, y como no es bueno que Pasman esté solo, inventemos otro personaje: un tal Juan, que fuera hincha de Boca.
Imaginemos que alguien le preguntara: "pero, ¿qué es ser hincha de Boca?". Y entonces Juan, luego de un instante de sorpresa, se pusiera a responder. Al fin y al cabo, cada tanto uno se ve necesitado de definir qué es, lo que se suele llamarse "hablar sobre sí mismo"...
Entonces Juan comienza: "ser de Boca es... es la azul y oro...
(3)
...y es la Bombonera...
... y es Riquelme...
Y Juan sigue enumerando elementos que definen ese "yo soy de Boca". Pero, cómo diría Serrat, cuanto más va pa'allá, más lejos queda:
Él habla y habla y sin embargo no logra terminar de atrapar lo que quiere decir. Al menos, no lo logra de un modo satisfactorio. Pero además, eso le repercute en el cuerpo, de un modo imperceptible quizás: siente inquietud, incomodidad, fastidio...
Hasta que de repente, la larga lista se cierra con certeza y con el mismo ardor de Pasman: "¡ser de Boca es no ser gallinaaaaa!!!!!" (más un rosario de puteadas, que por cierto no son patrimonio de Pasman).
(3)
...y es la Bombonera...
... y es Riquelme...
En fin, no está haciendo otra cosa que lo que en la teoría de los conjuntos se llama definir un conjunto por extensión: B={a, b, c...}
Y Juan sigue enumerando elementos que definen ese "yo soy de Boca". Pero, cómo diría Serrat, cuanto más va pa'allá, más lejos queda:
Él habla y habla y sin embargo no logra terminar de atrapar lo que quiere decir. Al menos, no lo logra de un modo satisfactorio. Pero además, eso le repercute en el cuerpo, de un modo imperceptible quizás: siente inquietud, incomodidad, fastidio...
Hasta que de repente, la larga lista se cierra con certeza y con el mismo ardor de Pasman: "¡ser de Boca es no ser gallinaaaaa!!!!!" (más un rosario de puteadas, que por cierto no son patrimonio de Pasman).
¿Y qué es ese ardor que acompaña la enunciación del "no ser gallina", sino un ardor causado por eso que me permito llamar lo Otro?.
Por ello esta serie, este lento camino con forma de cuaderno de bitácora que me propongo sobre "La identificación". Apenas un modo posible de ocuparse de un resorte clave a la hora de pensar lo que sucede en el consultorio, y del que referencias como el "el humo" en el "caso Dora" de Freud (5), son apenas, la punta del iceberg.
Hasta la próxima, en que retome la ruta del seminario IX.
Pero lo Otro no es, como podría creerse, ese otro, llamado "gallina".
Lo Otro no debe confundirse con lo que Lacan llama el Otro. Lo Otro es lo más prójimo que tenemos (4).
Lo Otro es eso que en la teoría de los conjuntos se escribe ø, conjunto vacío y que en este pequeño apólogo sobre Juan está taponado por el otro, por "gallina". Ese ø que siempre vemos aparecer cuando se define un conjunto por extensión. Y que, curiosamente, le permite un cierre a la definición del conjunto...
Lo Otro no debe confundirse con lo que Lacan llama el Otro. Lo Otro es lo más prójimo que tenemos (4).
Lo Otro es eso que en la teoría de los conjuntos se escribe ø, conjunto vacío y que en este pequeño apólogo sobre Juan está taponado por el otro, por "gallina". Ese ø que siempre vemos aparecer cuando se define un conjunto por extensión. Y que, curiosamente, le permite un cierre a la definición del conjunto...
B={a, b, c, d, e, ø}
Lo Otro en el "propio" terreno, en el "propio" cuerpo.
Ese vacío que en ciertas ocasiones amenaza al que intenta identificar qué es y "hacer uno consigo mismo" (cosa que no parece sencilla...). Ese vacío que nos recuerda que la más radical diferencia no está en el otro sino en el "mí mismo". Y cuyas consecuencias no pueden ubicarse en el psicoanálisis más que caso por caso.
Ese vacío que en ciertas ocasiones amenaza al que intenta identificar qué es y "hacer uno consigo mismo" (cosa que no parece sencilla...). Ese vacío que nos recuerda que la más radical diferencia no está en el otro sino en el "mí mismo". Y cuyas consecuencias no pueden ubicarse en el psicoanálisis más que caso por caso.
Por ello esta serie, este lento camino con forma de cuaderno de bitácora que me propongo sobre "La identificación". Apenas un modo posible de ocuparse de un resorte clave a la hora de pensar lo que sucede en el consultorio, y del que referencias como el "el humo" en el "caso Dora" de Freud (5), son apenas, la punta del iceberg.
Hasta la próxima, en que retome la ruta del seminario IX.
Lic Guillermo Cabado
(todos los post de esta serie se pueden ver bajo el ítem "SEMINARIO IX de Lacan" que se encuentra en el índice de este blog, a la derecha)
(1) Aclaración para los amigos del exterior: se trata de un señor, Pasman, que fue filmado por su hijo mientras veía un partido en el que River, su equipo de fútbol comenzó a descender de categoría. Lo que se ve aquí es una edición donde lo que aparece en le televisor, en vez de ser el partido, son algunas pasajes de la TV local. Para lo que sigue: el rival de toda la vida de River es Boca. A los de River suelen llamarlos, despectivamente, "gallinas". De todos modos la hinchada riverplatense se las ingenió con el correr de los años para transformar el significado del término hasta volverlo un apodo simpático para ellos mismos.
(2) Necesitamos diferenciar este "pathos" de lo "patológico". Ubicarlo en su relación a la retórica aristotélica, albergar su acepción de un sufrimiento no mórbido, de un soportar, dejarse llevar por. En ese sentido de la pasión. Podemos citar entonces un pasaje de un seminario en el que Lacan retomaría algunas cuestiones desplegadas en el seminario IX, el seminario XVI, "De un Otro al otro": "Cualquier pathos del significante, entiendo, debido al significante, no produce por sí mismo un sujeto. Este pathos define siplemente en cada caso lo que se llama un hecho (...) Más de una cosa en el mundo es pasible del efecto del significante. Todo lo que hay en el mundo sólo se vuelve propiamente un hecho si se articula con el significante. Nunca, jamás surge un sujeto sino porque el hecho es dicho. Tenemos que trabajar entre estas dos fronteras" (el subrayado es mío; clase del 4 de diciembre del 68', pag 60 y 61 de la versión establecida por Miller, editada por Paidós). Una observación que explica por qué en psicoanálisis no se trata de analizar hechos... sino el hecho de decir.
(3) Foto de una muestra actual de Alfredo Arias en la fundación Proa, del barrio de la Boca: http://proa.org/esp/exhibition-patria-petrona.php
(4) "¿Ese prójimo es lo que llamé el Otro, que me sirve para hacer funcionar la presencia de la articulación significante del inconciente?. Ciertamente no. El prójimo es la inminencia intolerable del goce. El Otro no es más que el terraplén limpio de él" (seminario XVI, clase del 12/3/69, pag 207 de la edición de Paidós).
(5) "Análisis fragmentario de una histeria". Caso escrito por Freud a principios del siglo XX y publicado en 1905. Las identificaciones de la paciente, que Freud fue ubicando a lo largo de esos pocos meses de tratamiento, trajeron mucha tela para cortar a la hora de pensar la dirección de un tratamiento.
Nota: este ardor del que aquí hablo, acaso no guarde una mera relación de homonimia con el de la zarza ardiente referida en el "1" de esta serie (http://rumorosa.blogspot.com/2011/04/bitacora-de-paseo-traves-del-seminario.html).
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